¡Agárrense de sus gorras de piña, fans de Gravity Falls, porque esto se pone… adulto!
En el universo alternativo de Shadbase, nuestros gemelos favoritos han crecido (¡y cómo!). Mabel, por obra de un hechizo que parece sacado de un fanfic picante, se encuentra con 21 años y un vestuario que pide auxilio. Mientras ella se admira en el espejo (¿quién no lo haría?), aparece Robbie, probablemente pensando que ha entrado en un sueño húmedo adolescente. ¡Sorpresa, Robbie, la pubertad ya no es tu única preocupación!
Paralelamente, Dipper, versión "crecidito y atrevido", está a punto de convertir a Wendy en la leñadora más feliz (y cachonda) del condado. Dedos exploradores en zonas prohibidas son solo el preludio de una sinfonía lujuriosa. Wendy, inicialmente remolona con el tema "chupar", termina cediendo ante la insistencia de Dipper, tragándose su "no" original junto con algo más sustancioso.
La cosa no termina ahí. ¡Anal te dicen! Wendy, con un resquemor comprensible (¿a quién le gusta que lo confundan con un ex?), es convencida a besos y caricias para que abra las puertas traseras de su intimidad. Y sí, ¡hay Plug Anal de por medio! Porque en Gravity Falls, incluso la lujuria viene con accesorios.
Entre gemidos y súplicas de "más", Dipper culmina la faena, dejando su "semilla" (literalmente) en el jardín trasero de Wendy. Un final explosivo para una aventura que, definitivamente, no es apta para menores de edad. ¡Gravity Falls nunca fue tan… gravitacional!