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Goku, sintiendo la proximidad de Vegeta, no pudo evitar una erección. Miró a su amigo y rival, viendo que también estaba excitado. Sin decir una palabra, se acercaron el uno al otro y comenzaron a acariciarse bajo el agua burbujeante del jacuzzi.
Pronto se besaron con pasión, sus lenguas se enredaban mientras se tocaban. Goku se arrodilló ante Vegeta y comenzó a chupar su miembro erecto. El príncipe de los saiyajin gimió de placer, echando la cabeza hacia atrás.
Luego fue el turno de Vegeta de complacer a Goku con su boca. Después de unos minutos de excitante felación mutua, decidieron llevar las cosas al siguiente nivel. Colocaron a Goku de pie en el borde del jacuzzi y Vegeta se arrodilló detrás de él. Lentamente, penetró a aquel que una vez fuera su enemigo.
Goku gruñó de placer cuando el gran miembro de Vegeta lo llenó por completo. Comenzaron a hacer el amor con pasión, el agua del jacuzzi esponjándose a su alrededor. Estaban tan perdidos en la lujuria que ni siquiera les importaba si alguien los descubría.
Finalmente, después de un intenso orgasmo, ambos terminaron con gemidos de placer. Salieron del jacuzzi, exhaustos pero satisfechos. Aunque no lo admitirían, ambos sabían que eso no sería la última vez que disfrutarían de este delicioso momento de pasión prohibida.
Pronto se besaron con pasión, sus lenguas se enredaban mientras se tocaban. Goku se arrodilló ante Vegeta y comenzó a chupar su miembro erecto. El príncipe de los saiyajin gimió de placer, echando la cabeza hacia atrás.
Luego fue el turno de Vegeta de complacer a Goku con su boca. Después de unos minutos de excitante felación mutua, decidieron llevar las cosas al siguiente nivel. Colocaron a Goku de pie en el borde del jacuzzi y Vegeta se arrodilló detrás de él. Lentamente, penetró a aquel que una vez fuera su enemigo.
Goku gruñó de placer cuando el gran miembro de Vegeta lo llenó por completo. Comenzaron a hacer el amor con pasión, el agua del jacuzzi esponjándose a su alrededor. Estaban tan perdidos en la lujuria que ni siquiera les importaba si alguien los descubría.
Finalmente, después de un intenso orgasmo, ambos terminaron con gemidos de placer. Salieron del jacuzzi, exhaustos pero satisfechos. Aunque no lo admitirían, ambos sabían que eso no sería la última vez que disfrutarían de este delicioso momento de pasión prohibida.
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